miércoles, 6 de diciembre de 2006

04 EL PUNTILLOSO ASUNTO DE LA TRANSPOSICIÓN

La transposición constante
de nuestras personas
Mi Buen Rey
escapa de mi entendimiento.
Nuestras posiciones respectivas
por más qué estudio el caso
mutan y se comportan al azar
unas veces voy yo arriba
y otras va Su Majestad.
Sugeriría humildemente esclavizar
algún técnico extranjero
que evite el movimiento
porque es escandaloso
este sube-baja en puro desenfreno
y se presta a malos pensamientos.
Además no quisiera yo
que la Magna Triministra
o la Futura Reina
se sintieran ofendidas.
A la par me preocupa
que los maliciosos hablantines
pululantes entre el pueblo
albergaran dudas
ni por un momento
del respeto estricto
imperante en el castillo
para con las costumbres intachables
y acendradas de los nobles.

Lo anterior sería imperdonable
y con mayor motivo cuando
todo habitante de palacio
puede fungir como testigo
del temor prudente
que Su Alteza
con Recto y Férreo Temple
ha infundido
uno a uno en los vasallos
acatando sin descanso
lo que le dicta en lo profundo
el propio fundamento
y aquello que descubrió inscrito
dentro de la propia sangre
de su Nobilisima Progenie
desde que era un niño grande
porque un Rey nunca es pequeño.
Peor aún es mi temor
de que surjan suspicacias
en cuanto a la naturaleza
de mi condición de género
y se discuta sí soy bufona o bufón
o se sostenga que no son honestos
los servicios que os presto a Vos.

Mi Rey pido perdón
por no estar en mi poder
el desfacer el tal entuerto
me tiene abochornado e indignado
y se acaba convirtiendo
para mi en suplicio y en tormento.
Por lo pronto he quitado
en las Mazmorras
la liga de contribuciones
pero si así se hiciere
en la sala principal
no verían las visitas
a Su Suprema Dignidad.

Una solución sería
retirar mis privilegios
de contribución
en el ala de vuestros aposentos
pero entonces no podría
alegraros con mis juegos
y se perdería en gran medida
mi capacidad de aporte
en este cuento.
Temblando el servidor sin condición
se atiene a cualquiera
fuere vuestra solución
o fallo salomónico.
Compasivísimo e Inigualable
Sabio Emperador.
Advierto al populacho
que no aproveche la ocasión
para vejar en Su Imperial Persona
o pretender con otra cosa que lisonjas
influir en la inapelable decisión
de Nuestro Benefactor Supremo el Rey Lear.

Me encuentro en triste aprieto
pues del gentil o mal comportamiento
de la chusma inmunda
podría depender
que hasta la cabeza
llegara yo a perder.

17 DIÁLOGOS:

Lila Magritte dijo...

Bufón. Eres incorregiblemente astuto y dramáticamente humilde.

Eres un gran bufón... o bufona, cosa que no viene al caso aclarar.

Estoy buscando la música adecuada para esta mazmorra. Mañana la tendrás.

Bufón de la Corte dijo...

Gracias mi Ama

Thérèse Bovary dijo...

Encuentro que este bufón es demasiado divertido.
Podría hacerle algunas gracias a su reina también. Digo yo.

Bufón de la Corte dijo...

Paciencia... unas horas

Lila Magritte dijo...

Buenas noches a todos ¿cómo está la vida en el cstillo?
¿Todos sois felices?

Anónimo dijo...

Asumo que las risas no os dejan oír mis palabras.

Bufón de la Corte dijo...

No mi Ama, son las campanas.

Thérèse Bovary dijo...

Hola, buen Bufón, otra vez nuestro respetado y venerado Rey tiene problemas para entrar en su castillo.
¿Qué haremos con él? ¿Habrá que esclavizar, como usted propone, a algún extranjero?

La Reyna

Lila Magritte dijo...

Therese, estamos buscando la solución, todo el castillo trabaja en esa dirección.

Lila Magritte dijo...

Bufón, tu cabeza no está en juego. Vale mucho para desperdiciarla por culpa del vulgo y eso el Rey lo tiene claro.
Los enturtos serán desfechos con la sabiduría imperial que nos gobierna, en días hábiles.

Bufón de la Corte dijo...

Gracias Ama Mía

Thérèse Bovary dijo...

Bufón de mi corte, os ruego ayudéis a solucionar a la brevedad el problema denunciado por nuestra Triministra:
cualquier cosa puede ocurrir en nuestro reyno, menos qla presenica de ratas paseándose como Pedro por su casa.

Le da los buenos días
Vuestra Reyna

Anónimo dijo...

Bufón, eres adorable. El más genial cazador de ratones, eres maravilloso. Te dejaré la tarde libre para que te repongas de tan sangrienta tarea.

Bufón de la Corte dijo...

Gracias Ama

Thérèse Bovary dijo...

¿Por qué el Bufón no me habla?

Lila Magritte dijo...

No lo sé, quizás es celoso, o desconfía de usted madam. Quizás piensa que a usted le interesa más el castillo y la incalculable fortuna de Su Majestad, que el verdadero amor que él le ofrece.

Thérèse Bovary dijo...

Tal vez el bufón pueda estar en lo cierto.
Lo he de pensar muy bien